¿Tienes lo que hay que tener para ser escritor?

Por Alejandro

Marcos Ortega.

Los puntos de giro

Si imagináramos la novela como una recta dibujada en un folio, un punto de giro sería cada uno de los puntos en los que dicha recta cambia de dirección. Unas veces el cambio será más brusco y otras apenas será perceptible, pero siempre se producirá un cambio de trayectoria. Otra característica de esos puntos es que no detienen la recta, sino que simplemente cambian su dirección, permitiendo que siga avanzando.

Esas dos cualidades que hemos observado (el cambio de dirección y el permitir que la historia siga avanzando), son las dos principales características de los puntos de giro.

Probablemente los puntos de giro más conocidos son los que se encuentran al final del planteamiento y al final del desarrollo. Estos puntos, para diferenciarlos de los demás, se denominan puntos de giro principales. De estos dos, lo habitual es que solo haya uno de cada en la novela. Sin embargo, un libro puede tener algunos puntos de giro más. Lo ideal es que tampoco tenga muchos, porque puede hacer que el lector se mareé un poco y se pierda, que no sepa exactamente en qué momento de la historia está ni hacia dónde se dirige.

El primer punto de giro principal es el que lleva la acción del planteamiento al desarrollo. Los personajes principales estaban viviendo una situación de equilibrio nueva desde la aparición del desencadenante, pero ese equilibrio no dura mucho. El primer punto de giro principal vendría a romper de nuevo ese equilibrio.

Por ejemplo: en una novela de misterio, el desencadenante suele ser la aparición del cadáver (descubrimiento del robo, desaparición de un personaje, etc.), mientras que el primer punto de giro principal se produce cuando alguien asume la investigación del caso. En El nombre de la rosa de Umberto Eco, la aparición del primer hermano muerto en la abadía y la llegada de Guillermo de Baskerville suponen el desencadenante, puesto que rompen el equilibrio inicial de los personajes. Sin embargo, hasta que no aparece el segundo muerto, Guillermo no descubre que están frente a un asesino y no se decide a averiguar quién es el culpable.

La acción continúa después durante el desarrollo (aquí es donde deberían darse los otros puntos de giro si los hubiera) hasta que llega al segundo punto de giro principal. En ese momento el protagonista debe tomar una decisión o realizar una acción que no permitirá la marcha atrás y desembocará en el desenlace. Aquí se descubre el misterio en las novelas negras o se produce el enfrentamiento final entre las fuerzas antagonistas en el resto. Es decir, se provoca la resolución del conflicto.

Usando el ejemplo de El nombre de la rosa, encontraríamos el segundo punto de giro en el momento en el que los dos protagonistas descubren que el asesino es el bibliotecario de la abadía. Esto provocará la muerte del anciano y el incendio que destruye la biblioteca y el resto del edificio. Es decir: provocará el desenlace de la novela. Antes de eso, se han producido otros puntos de giro de menor importancia. Por ejemplo la decisión de los protagonistas de adentrarse en la biblioteca para descubrir al culpable, la llegada de la inquisición o la relación sexual que mantiene el narrador con una joven desconocida.

Como hemos visto en el ejemplo, todos estos puntos hacen virar la acción (bruscamente los principales), pero permiten que la historia continúe, hacen que avance. O dicho de otra manera: los puntos de giro tienen que estar relacionados con la historia principal y derivarse de las acciones y las decisiones de los personajes. Son un impulso. De otro modo no nos encontraríamos ante un punto de giro, sino ante un final o un cambio hacia otra historia totalmente diferente.